En reconocimiento y como un estímulo a la actividad ganadera, la cual ha ocupado y ocupa un engranaje importante de la economía nacional, el 10 de julio se celebra en Argentina el «Día de la Ganadería».
El término ganadería hace referencia a la cría de ganado con fines comerciales —los cuales incluyen la obtención de productos derivados como carne, leche, lana, huevos, etc.— y se clasifica según los distintos tipos de animales que se críen: vacas, ovejas, toros, bueyes, cerdos, cabras. Se trata de una actividad que, junto con la agricultura, viene siendo practicada por la humanidad desde sus comienzos.
Es una de las principales actividades económicas de la Argentina, pero en la región esta práctica se remonta a fines del siglo XVI. La llegada de colonos europeos trajo consigo animales como ovejas y cabras, que con el tiempo encontraron en las regiones norteñas las condiciones climáticas propicias para desarrollarse. De la misma forma, otros animales como la vaca, el toro y el caballo encontraron en la pampa argentina un lugar rico en pastizales y agua para desarrollarse y reproducirse favorablemente. A fines del siglo XVII estos animales todavía cimarrones comenzaron a ser domesticados y destinados a actividades comerciales.
En Argentina predomina la crianza vacuna, sin embargo, también tienen lugar la crianza ovina y la caprina. Estas crianzas se destinan, mayormente, al consumo de carne, producción de leche, lana, cueros, etc., y forman parte del modelo agroexportador que el país mantiene desde la época independentista.
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